La piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, actúa como barrera física de todos los agentes externos. Un buen cuidado diario de la misma es fundamental para fortalecer esta barrera y así evitar infecciones, alergias y/o irritaciones.
¿Sabías que la piel absorbe el 60% de los productos químicos con los cuales entra en contacto?
La cosmética natural elimina los ingredientes químicos, dañinos para nuestra piel, y los sustituye por ingredientes naturales. Estos, al tener una composición de origen animal o vegetal, tienen estructuras similares a nuestra piel, adaptándose perfectamente a ella, y así evitando modificarla o incluso dañarla.
Para que un cosmético se considere natural, tiene que cumplir con los siguientes requisitos:
· Como mínimo el 90% de los ingredientes tienen que ser de origen natural
· No se incluyen ingredientes químicos que están cuestionados. Esto es, compuestos sobre los que existen dudas sobre su inocuidad para el medio ambiente o la salud de las personas.
· Utilizan procesos de elaboración respetuosos con el medioambiente.
· Se permiten ingredientes de origen animal siempre que no sean derivados de animales amputados o sacrificados específicamente para la elaboración del cosmético (ej: leche, miel..)
· No están testados en animales ni el producto final ni ninguno de sus ingredientes.
· No se admiten ingredientes ni procesos que impliquen el uso de tecnologías controvertidas como organismos modificados genéticamente, nanotecnología o irradiación.
Además, aunque no sea un requisito, las marcas de cosmética natural suelen utilizar envases eco-responsables, reciclados y/o reciclables.
¿Y tú, te has pasado ya a la cosmética natural?