El olor a café y tostadas por la mañana, un jersey recién lavado, un ramo de flores… Todos estos olores nos producen un profundo bienestar. Los olores nos transmiten emociones, sensaciones y recuerdos.
Hay olores que nos transportan al pasado, a un lugar o un momento concreto, haciéndonos recordar a qué o a quién pertenecía ese olor, y haciéndonos revivir lo que en su día sentimos. Nostalgia al oler el perfume de una antigua pareja, alegría al recordar el olor de la casa de los abuelos o incluso relajarnos al recordar el olor inconfundible de la playa y el verano.
El cerebro retiene mejor un olor que cualquier otra información. Diversos estudios revelan que el ser humano recuerda el 35 % de lo que huele frente al 5% de lo que ve, el 2% de lo que oye y el 1% de lo que toca. Además, la memoria es capaz de retener hasta 10.000 aromas distintos, sin embargo, solo reconoce 200 colores. Se memoriza 7 veces más lo que olemos que lo que vemos y se tarda 10 años en olvidar un olor y solo 3 en olvidar una imagen.
El sentido del olfato, además de transmitir información, conecta con nuestro inconsciente y activa nuestras emociones. Esto es debido a que los olores se procesan en una parte del cerebro llamado sistema límbico, el cual, se encarga de crear las respuestas emocionales, del aprendizaje y de la memoria. Por lo que, cuando éste recibe un olor lo asocia a situaciones vividas, a emociones y luego lo archiva como un recuerdo.
¿Y a ti, qué olores te hacen sentir bien? ¿A qué te recuerdan?